Acude a la consulta derivado por su dermatólogo por presentar dos lesiones en la oreja izquierda con diagnóstico de sospecha de carcinoma epidermoide, por lo que se debe proceder a la extirpación completa.
Dado que el paciente es portador de anteojos por déficit visual, además de portar continuamente el oxígeno, es muy importante conservar la oreja no solo como unidad estética y funcional auditiva, sino porque en este caso cumple función de apoyo para las gafas y el oxígeno. Teniendo en cuenta la edad avanzada del paciente y que presenta múltiples enfermedades, lo que puede empeorar los resultados de una reconstrucción compleja, se opta por realizar la reconstrucción más simple: extirpación completa de ambas tumoraciones respetando el pericondrio (capa más superficial que recubre al cartílago) y cobertura con injerto de piel parcial.
La cirugía se realiza con anestesia general, se reseca la tumoración y se realiza un examen anatomopatológico intraoperatorio, que nos da el diagnóstico histológico de carcinoma epidermoide y nos dice además, si hemos extirpado la tumoración con márgenes libres de tumor o no. En nuestro caso tras la obtención de márgenes libres, se procede a la cobertura del defecto creado tras la extirpación de las tumoraciones con un injerto de piel, el cual se obtiene del brazo utilizando un dermatomo. Tras su obtención, se fija el injerto a la zona cruenta de la oreja y se venda, manteniendo un contacto estrecho entre el pericondrio y el injerto durante 5 días, momento tras el cual se levanta el vendaje y en caso de no existir complicaciones, se debería observar un prendimiento completo del injerto.
Tras dos semanas, el injerto ha cicatrizado por completo y prácticamente no se nota el defecto. El paciente acudió al oncólogo y se realizó además estudios de extensión para descartar la extensión del cáncer. No se encontró enfermedad a distancia y el oncólogo solo indico revisiones periódicas, tampoco se indicó radioterapia, por lo tanto la cirugía se considera exitosa y el paciente continua con su vida normal, acudiendo solo a revisiones periódicas con el dermatólogo y su oncólogo.
