Los dedos son la zona más frecuentemente lesionada y los mecanismos por los que se producen las amputaciones son muy variados, pero las vemos con frecuencia en el contexto de accidentes laborales (máquinas cortafiambre, sierras radiales, etc.)
Cuando esto ocurre es fundamental un manejo correcto pues una punta de dedo estable, móvil y sensible será determinante para la adecuada función de la mano. Por lo tanto este tipo de patología representa un gran reto para el cirujano.
Ante una amputación distal en la que no se dispone del fragmento amputado es fundamental lograr una adecuada cobertura y conservar la máxima longitud posible del dedo para preservar la función de la mano. Las técnicas quirúrgicas son múltiples y la elección viene condicionada fundamentalmente por el nivel de amputación y por el tejido remanente, entre otros factores (enfermedad vascular, tabaco, etc).
Las lesiones en las que no existe exposición del hueso permiten en muchos casos el cierre por segunda intención realizando curas. No obstante, este método parece tan sólo apropiado en algunos pacientes pediátricos. En el adulto se han comunicado pérdidas de volumen, inestabilidad del pulpejo, hipersensibilidad e intolerancia al frío con métodos conservadores; por ello el manejo pasa por aportar tejido a la punta del dedo para lograr una buena cobertura ósea sin tener que retrasar el nivel de la amputación.
Para ello existen multitud de técnicas: desde colgajos microquirúrgicos, hasta la movilización de colgajos locales de mayor o menor complejidad.
Caso clínico 1
Os presentamos un caso clínico de amputación distal de un dedo en un paciente pediátrico, con exposición ósea. En este caso se realizó la cobertura con un colgajo cutáneo VY descrito por Atasoy, que aporta tejido a la zona en la que falta y su resultado estético es muy bueno.
Caso clínico 2
En este caso se trata de un paciente adulto que perdió la parte distal del dedo con una máquina cortafiambre. En este caso se combinó el colgajo anterior junto con la realización de un colgajo eponiquial) para lograr una apariencia aun más estética al incrementar la parte de uña visible.
Foto 1: Cirugía de urgencia: cobertura con colgajo atasoy y colgajo eponiquial | Fotos 2 y 3: Fotografías al cabo de 6 meses tras la lesión